domingo, 21 de febrero de 2016

 






              Concepto del " buen salvaje"  

La Ilustración formuló una idea de la naturaleza humana que fue enriquecida por Rousseau con la mirada abierta a todas las diferencias entre los humanos. Desde ahí postulaba una relación de algún modo estética con los demás, por la vía del sentimiento y la piedad. Este giro queda simbolizado en la figura del "buen salvaje".
Por increíble que pueda parecernos, en un primer momento llegó a dudarse de que los nativos americanos fueran también seres humanos (“gente” en el lenguaje de la época). No fue hasta 1537 cuando el Papa Pablo III decretó, en una bula, que los amerindios eran también descendientes de Adán y Eva.

Pero fue a partir de la Ilustración, con el establecimiento del método científico, cuando se intentó buscar una justificación biológica a este prejuicio racial tan antiguo y a estructurarlo en su forma actual. La concepción cartesiana del mundo natural llevó a considerar que la variación humana podría ser clasificada mediante la razón de modo totalmente objetivo. 

Curiosamente, la percepción ilustrada de la diversidad humana estuvo impregnada, en un primer momento, de aires de igualitarismo. La idea de Jean Jacques Rousseau expresada en su Discours sur lórigine et les fondements de l´inegalité parmi les hommes, de 1755, de que la humanidad era fundamentalmente buena, acercaba al salvaje al estado primigenio e incorrupto de la bondad humana. 

Según Rousseau, el hombre era feliz en estado salvaje porque no había sufrido todavía las terribles desigualdades que existían en la sociedad civilizada. El igualitarismo ilustrado influyó en la redacción de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de 1766, donde puede leerse: “Tomamos como evidencia en sí mismas, las siguientes verdades: que todos los hombres han sido creados iguales, que su Creador les ha otorgado derechos inalienables, entre los que se encuentran la vida, la libertad y la búsquedad de la felicidad”, y en la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadadno, redactada durante la Revolución Francesa de 1789, que dice en su primer artículo: “Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos”.

Pero la constatación de que el mito del “buen salvaje” influyera en muchas crónicas de viajes del siglo XVIII, no significa que el salvaje fuera considerado como un igual; los ilustrados creían que el salvaje era como un niño, inocente pero irresponsable, y al asumir que el progreso era intrínsecamente bueno, pensaban que el contacto con la civilización habría de resultar forzosamente beneficioso para él. Sin embargo no fue así, y la civilización de los europeos puso a numerososo grupos humanos al borde la extinción en un periodo de tiempo sorprendentemente breve.

La primera vez que se vio la frase sería en el libro de Daniel Defoe "Robinson Crusoe"
"Sin embargo, entre Robinson y el buen salvaje hay grandes diferencias, sobre todo en lo que se refiere a la utilidad de objetos, incluido dinero, procedentes de la civilización".

Robinson Crusoe queda provisto de aquellos objetos que le permiten remontar el estado de soledad y le permitirán igualmente, en el futuro, reinstaurar el orden civilizatorio, tras su encuentro con Vendredi. Una similitud: desvelar los fundamentos morales y sociales de la sociedad.




     



                                    Actividades

Busca en la prensa o en Internet ejemplos de conflictos actuales a gran o pequeña escala causdos por la intolerancia religiosa, política o de cualquier otro tipo.

Antisemitismo en Venezuela e Irán 

Una de sus preocupaciones será, curiosamente, Venezuela. Y resalto la peculiaridad porque allí, tan lejos de Egipto o Irán, donde la animadversión a lo judío también ha crecido según el informe pero es algo que viene de muy atrás, en el país sudamericano tiene un reciente motivo político. Y ese motivo se llama Henrique Capriles, líder de la oposición y bestia negra del chavismo, cuya familia es de origen hebreo.
El trato despectivo al que le sometió Chávez por su condición religiosa tiene un clarísimo tinte electoral, pero es algo que acaba calando en una sociedad tan cristiana y sectarizada  como la venezolana. Por rematar la curiosidad, resulta que el apellido del actual presidente, Maduro, también es de origen judío.  
Mucho más preocupante es el antisemitismo iraní, fundamentalmente porque sus líderes políticos, especialmente el presidente Ajmadinejad, niegan la realidad del Holocausto y amenazan de vez en cuando con destruir Israel. Este hecho, acompañado de un sospechoso programa nuclear, sitúa ese conflicto latente en los primeros lugares de la tensión internacional. Y tampoco hay que perder de vista a Egipto, donde la nueva situación tras el derrocamiento de Mubarak y la presión popular pueden terminar afectando al acuerdo de paz con Israel, que se mantiene desde 1979 como gran pilar de la estabilidad de la zona.






                           El Mito del Don Juan

Pareja de enamorados
                                                                                                                                  El amor ha sido siempre uno de los temas preferidos por los autores y los lectores. El teatro ha representado el tema del amor de formas muy diversas. Las grandes pasiones de amores imposibles, por ejemplo, fueron el motivo de obras clásicas, como Romeo y Julieta, deWilliam Shakespeare, obra que ha dado origen a muchas versiones tanto teatrales como cinematográficas.
Otro de los mitos frecuentes en el teatro es la figura del seductor: promete matrimonio a las mujeres que conquista, pero después las abandona. Entre los seductores destaca Don Juan, símbolo del conquistador amoroso. Son muy abundantes las versiones que de él se han hecho en todas las manifestaciones artísticas. Parece ser que el verdadero Don Juan vivió en Sevilla del siglo XIV, aunque no existen testimonios que justifiquen su fama de seductor. De esta época datan las primeras versiones del mito, debidas a Geoffrey Chaucer. Pero, ya en el siglo XVII, es El burlador de Sevilla, de Tirso de Molina, la obra que dará solidez a este personaje. Años después el francés Molière ayudó a consolidar la fama del conquistador con su drama Don Juan. Y en el siglo XIX, José Zorrilla creó con su Don Juan Tenorio la obra más representada del teatro español.
 También hallamos la figura de Don Juan en la ópera (Don Giovanni, de W. A. Mozart) y en el cine (Sonatas de Juan Antonio Bardem o Don Juan en los infiernos de Gonzalo Suárez).
La figura de Don Juan tiene grandes similitudes con la personalidad de escritores como Giacomo Casanova o el Marqués de Sade, grandes seductores en la literatura y el teatro